«Álvaro Pastor. Lata de Oro 2019», por Manuel Alonso

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Manuel Alonso. De nombre y aspecto profético, visitó Nerja y en este último verano del  segundo decenio del 2.000 se proclamó Socorrista del año. (título que se otorga a través de los votos de todo el equipo de socorristas de la localidad al vigilante en playa más resolutivo y determinante en los momentos de mayor exigencia).

Álvaro Pastor es un tipo neorrural con perfil underground sicodélico. Aspectos destacados como la comunicación por «Walki», el nado en Maro a una mano, o la constancia en Torre 3 situada en el epicentro turístico del municipio, la playa de Burriana, le sitúan en la estirpe de los Socorristas de acción que se llevan este premio, por cierto, con más de 105 votos a favor y a una distancia sideral de los siguientes clasificados. Y además, por vez primera, un foráneo no nacido en la Axarquía.

Más allá de los oropeles de los puestos de socorro (lo que mi buen amigo, Manu Valero, conoce como los Victor Sierra) Álvaro es un tipo amable y agudo. Su actividad que consiste en avivar la imprudencia de los bañistas y a la vez evitar que se hagan daño, le suministra suficientes experiencias para crear su filosofía vital. Una visión cómica y contrastada de un vasto mundo amenazador como suele ser la playa. Lleno de rocas, calas, medusas, Kayaks, «pedalos», oleaje, pescadores furtivos, «guiris» con una tasa de alcohol en sangre catedralicia, autóctonos que parecen salidos de un pequeño Kabul improvisado, despachos, escaleras, bares y chiringuitos llenos de gente que en general te pueden resultar indeseables, pero a la vez, extrañamente deseables. En esta tesitura solo puedes sobrevivir con estilo, sea esto del estilo lo que sea.

Valgan estas palabras para expresar mi admiración por un compañero con el que llevo tres años trabajando, y del que siempre desearía tenerlo «a mano» cuando las cosas vengan (que siempre acaban viniendo) mal dadas.

Enhorabuena.

P.D. Al premio se le llama «vulgarmente» lata de oro en referencia al nombre con el que se le conoce al flotador que llevan los socorristas y que hicieron famosos «Los vigilantes de la playa».

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