ALMUÑÉCAR. Por todos es conocida la riqueza arqueológica de la localidad sexitana herencia de las distintas civilizaciones que se han establecido en el lugar en los últimos 3.000 años.
Las obras en la calle San Joaquín, en el casco histórico de la localidad, han permitido descubrir restos arqueológicos de época romana. Y es que el seguimiento arqueológico que lleva a cabo la arqueóloga municipal Elena Navas “está dando unos resultados muy interesantes, pues estamos documentando restos de ese pasado romano de la ciudad y del riquísimo patrimonio arqueológico que hay en el subsuelo del casco antiguo y que es importante que los vecinos de Almuñécar conozcan y valoren”, según la arqueóloga municipal.
“Si hace unas semanas dábamos cuenta del hallazgo de piletas romanas en la calle San Joaquín, ahora, en la misma calle pero a la altura de su confluencia con la plaza Eras del Castillo, hemos encontrado dos muros de época romana”, ha dicho Elena Navas.
La responsable municipal de arqueología ha explicado que sobre uno de los muros hallados, monta la muralla medieval musulmana, perteneciente a la antigua Alcazaba de “al-munakkar”, -nombre dado por los romanos a la ciudad- correspondiéndose con el paño de muralla que se conserva en la citada plaza de las Eras del Castillo, a la que sirve de cimentación. Sobre el otro muro romano, monta la actual casa que también se adosa a la muralla medieval musulmana.
Según se ha informado, por motivos de seguridad, sólo se ha podido excavar un metro de profundidad, pero los muros continúan enlucidos, lo que significa que más abajo quizá se conserven restos del pavimento original. Se han hallado numerosos restos cerámicos que se corresponden con fragmentos de “terra sigillata”, que constituía la vajilla de lujo de aquella época, así como trozos de lucernas, o pequeñas lámparas de aceite. Ambos muros están cortados por la zanja de canalización de las tuberías de los años 70 del pasado siglo. También se ha podido documentar una potente estructura de hormigón antiguo, situada bajo un muro de piedra, que sobresale del alineamiento de las fachadas, a media altura de la calle San Joaquín.