«El ataque como único discurso», por Trinidad Herrera Lorente

Trinidad Herrera Lorente, alcaldesa de AlmuñécarTrinidad Herrera.- Hemos entrado en un periodo para el que utilizamos el eufemismo de ‘complicado’. Todos sabemos que los meses que tenemos por delante son mucho más que eso; en realidad muchas cuestiones, opiniones, hechos e incluso proyectos van a ser mirados con la lupa de la crítica, muchas veces feroz. Bueno, en realidad todo eso ha comenzado ya.

Nuestro municipio no está siendo ajeno a la fuerte marejada política que barre el país y que a diario se estrella hasta contra el sentido común. Prueba de ello es que no hay día en que, desde todos los ámbitos políticos locales, se sucedan sin descanso pronunciamientos que en muchos casos se basan en la demagogia pura y dura, cuando no en el desconocimiento y mucho me temo que -en ocasiones- hasta en el rencor.

Lo he dicho y mantenido desde que comenzó este mandato municipal: ni el equipo de gobierno ni yo como alcaldesa hemos entrado al trapo de cuestiones e incluso acusaciones baldías; y eso que hemos soportado (y soportaremos) ataques tremebundos, como único argumento posible que parece ser es el único soporte donde se agarran algunos partidos de la oposición.

Continuamente hay mucha gente que me pregunta ¿por qué no salimos al paso de tal o cual crítica?. Es algo que yo también me pregunto pero que, finalmente, soluciono de una manera lógica y totalmente respetuosa con el papel institucional -y también político- que represento por voluntad de la ciudadanía. Ese no es mi trabajo, ni el de ninguno de los hombres y mujeres que llevan tres años y medio trabajando en silencio, con orden, con responsabilidad y con una entrega que ya quisieran quienes día tras día no nos dedican más que una crítica voraz que parece ser la única propuesta electoral que van a llevar en sus programas. Y el objetivo difamar o atacar ni figura, precisamente, entre las prioridades que desde el Partido Popular en Almuñécar vamos a colocar en nuestro punto de mira.

Y digo esto muy consciente de que, si bien este mandato puedo decir abiertamente que el escenario político de Almuñécar y La Herradura ha venido marcado por una cierta concordia dentro del ámbito municipal, no es menos cierto que una vez se otean elecciones en el horizonte, parece haberse disparado el cañón de los ataques. Eso sí, para el que nos busque la boca no va a encontrar más que hechos y no palabrejas; gestión y nunca la vulgaridad de un discurso basado en el ataque al contrario.

Creemos que este municipio ya tuvo bastantes años de enconamiento político que incluso tuvo serias repercusiones en los ámbitos sociales, culturales, deportivos y hasta familiares. Desde luego, teníamos muy claro cuando comenzamos a gobernar este ayuntamiento que era una auténtica urgencia en poner paz en un terreno permanentemente abonado para la discordia y el enfrentamiento. Quien nos haya buscado para refriegas no se ha encontrado más que con el trabajo, trabajo y trabajo, nuestro trabajo.

Y, desde luego, en unos años tan difíciles como estos lo único que no se nos pasaba por la cabeza era andar perdiendo el tiempo ni atacando ni descalificando; pues ese tipo de actitudes nos podemos llevar a gala el que jamás hayan marcado la acción de gobierno que tengo el honor de presidir: solo por y para mi pueblo.

Ahora cualquier motivo es bueno para intentar ponernos contra el paredón: nos acusarán de electoralismo, de amiguismo, de oportunismo. Todos cuantos esgrimen esos argumentos deberían mirarse, primero, a sí mismos antes de reflejar en los demás sus propias metas personales y políticas. Yo tengo muy claro que no voy a andar dedicando minutos al día ni a estar replicando ni a contestar acusaciones absurdas más propias de un programa de tele-basura que de una ciudad de la entidad y porte que Almuñécar. Se hablará cuando un asunto justifique realmente un pronunciamiento de este equipo de gobierno, pero las banalidades, dimes y diretes o arengas de política barata no merecen nuestra atención, porque nuestra atención está centrada en gestionar y sacar adelante a un municipio que se merece políticos serios, luchadores, educados y comprometidos.

¡Así que, por favor, un poco de cordura y de humildad!

Trinidad Herrera Lorente
Alcaldesa de Almuñécar

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