ALMUÑÉCAR. Juan Carlos Benavides: “Un plan ineficaz, que paraliza el desarrollo económico y solo beneficia a personas cercanas al gobierno Herrera y sus socios”.
El grupo municipal de Convergencia Andaluza de Almuñécar-La Herradura ha presentado, dentro del plazo de información pública, unas alegaciones en las que rechaza de plano la propuesta de revisión del Plan General de Ordenación Urbana.
En el escrito de alegaciones, el portavoz Andalucista Juan Carlos Benavides, ha puesto en evidencia importantes errores en la tramitación del PGOU por parte del gobierno Herrera y sus socios de Izquierda Unida. “Han ignorado los avisos de la Junta de Andalucía en cuanto a los requisitos obligatorios establecidos para el Documento de Evaluación de Impacto sobre la Salud, que debería haberse aprobado de forma aislada y presentado conjuntamente con la aprobación inicial del Plan, el 8 de agosto de 2019, y no de forma precipitada el 29 de diciembre de 2020. Defecto esencial que, según la jurisprudencia al respecto del Tribunal Supremo, acarrearía su nulidad radical”.
“Un suma y sigue a una tramitación plagada de graves irregularidades, cuando no directamente ilegalidades, que lo invalidan. En concreto, los incumplimientos de los plazos establecidos en la tramitación de la aprobación inicial de la revisión del PGOU y su Estudio Ambiental Estratégico, ya denunciados por Convergencia Andaluza en agosto de 2019”, afirman desde CA.
Juan Carlos Benavides ha mostrado su “rechazo frontal a un Plan caracterizado por el ocultismo, plagado de irregularidades en su tramitación, absolutamente ineficaz para las necesidades de Almuñécar y La Herradura, a las que no articula ni da respuesta, que coarta y paraliza el desarrollo económico del municipio, y en el que, curiosamente, solo se benefician personas cercanas al gobierno Herrera y sus socios, pretendiendo incluso la legalización de actuaciones que han sido rechazadas por los tribunales mediante sentencias judiciales. Todo ello con el apoyo de partidos que no tienen problemas en respaldar un PGOU caracterizado por el amiguismo, que choca con las ideas de regeneración democrática que anunciaron en campaña electoral, más el respaldo interesado de Izquierda Unida, que se hace cómplice ideológico de las tropelías urbanísticas de Herrera”.