EDITORIAL. Desde el Ayuntamiento de Almuñécar se ha hecho pública una información donde se dice que los datos de la actividad económica en Almuñécar y La Herradura son muy alentadores.

Si analizamos lo que se ha hecho público observamos que el único dato es sobre el “centenar de nuevas altas de actividad” que se supone se han dado, hasta ahí la información.

No se habla en esta “noticia” de la naturaleza de ese centenar de licencias, no se informa de las características de esos nuevos negocios que se supone han iniciado su actividad a lo largo de los últimos tres meses. Son, tal vez, terrazas, bares, heladerías, quioscos, chiringuitos, alquiler de hamacas, venta ambulante de mazorcas de maíz y patatas asadas, venta de gofres, churrerías, atracciones en los paseos y marítimas, alquiler de embarcaciones, etc, etc.

Ignoramos si también están incluidos en esas altas de actividad los cientos de subsaharianos que venden su mercadería en el gran bazar en que se ha convertido el paseo marítimo de San Cristóbal.

No se dan datos, pero no cabe duda, leyendo la información, de lo bien que lo está haciendo el equipo de gobierno:

La actividad económica en Almuñécar y La Herradura ofrece datos muy alentadores, ya que a lo largo de los últimos tres meses se han registrado en el ayuntamiento un centenar de nuevas altas de actividades, principalmente en el sector del comercio y la hostelería; lo que vendría a suponer casi una licencia diaria.

El delegado municipal de actividades del consistorio sexitano, Juan José Ruiz Joya, ha significado al respecto “el esfuerzo y la apuesta de la iniciativa privada del municipio, que está afrontando de manera valiente la reactivación de la actividad empresarial en todos sus frentes”, afirma.

El hecho de que se esté generando una inercia de creciente actividad comercial y hostelera en todo el municipio genera un efecto dominó que, para el concejal de Comercio y Turismo, Rafael Caballero, “tiene una evidente repercusión en el conjunto de toda la actividad económica local, por lo que tenemos que seguir apostando por ello y apoyar al máximo la iniciativa empresarial de nuestros vecinos”, afirma Caballero.

En los últimos tiempos, desde el Ayuntamiento de Almuñécar se está actuando decididamente en relación a la consolidación y crecimiento del tejido comercial y hostelero de todo el término municipal, ya que de este depende en gran medida la dinamización de una parte significativa de la economía de la zona; siendo una prioridad del equipo de gobierno que preside Trinidad Herrera, máxime cuando ha sido un sector que ha sufrido considerablemente el embate de la crisis económica y que, ahora, “está levantando con fuerza sus propias expectativas”, según expresa el responsable municipal de Actividades, Juan José Ruiz Joya.

Además de las facilidades y del apoyo institucional de cara a la implantación y fomento de nuevas iniciativas, desde el consistorio se están propiciando cuantas acciones contribuyan a la imagen y refuerzo del comercio local, de la hostelería y resto de sectores. “Los pequeños retos van sumando logros importantes y nuestra apuesta es seria al respecto”, indica Rafael Caballero.

No será, tal vez, que en época de crisis, muchos ciudadanos agudizan la mente para autoemplearse o crear nuevos negocios ante la imposibilidad de encontrar trabajo por cuenta ajena, y lo hacen en verano porque es cuando hay gente a la que venderle algo u ofertarle algún servicio, sobre todo en un municipio como es el de Almuñécar donde el turismo es el motor de la actividad económica.

La pregunta sería, ¿qué pasará con todos esos negocios a partir del 10 de septiembre? Y decimos el 10 de septiembre porque es cuando los más pequeños, escolares del segundo ciclo de Infantil y los de Primaria, iniciarán el nuevo curso escolar, mientras que en Secundaria y Bachillerato lo harán el lunes 15. Es decir, Almuñécar empezará a quedarse vacía, sin prácticamente turistas (la mayoría son nacionales) a los que vender productos o servicios, sin clientes que llenen las terrazas, o se alojen en los hoteles. Habrá que esperar a que vengan los jubilados en otoño, nacionales y extranjeros, pero no será lo mismo.