Francisco Sánchez Alaminos.- Los sucesos históricos en ocasiones son útiles para establecer paralelismos en acontecimientos de actualidad.

En 1.823 entraban en España desde Francia los denominados “cien mil hijos de San Luis” para acabar con el gobierno liberal y restablecer el absolutismo en nuestra nación.

El pasado domingo, 22 de marzo, celebramos elecciones autonómicas y el conjunto de los andaluces elegimos a nuestros representantes en la cámara regional. Las urnas de Almuñécar y La Herradura contribuyeron a ese resultado general.

El Partido Popular volvió a ganar las elecciones en nuestro municipio. Al igual que en las últimas elecciones europeas Almuñécar y Granada se erigieron nuevamente en el bastión electoral de los populares en nuestra provincia.

A dos meses justos de las inminentes elecciones municipales los resultados del pasado día son un evidente termómetro de la temperatura electoral que se anticipa cara a este próximo mes de mayo.

Es evidente que los ciudadanos varían el sentido de su voto en cada elección y que unas elecciones andaluzas no son unas elecciones municipales. Sin embargo la casi concurrencia entre ambas es una circunstancia inédita y el resultado del pasado domingo es una incontestable previa de lo que viene el 24 de mayo.

Hace justo un mes, el Partido Andalucista de Almuñécar celebraba sus “primarias” movilizando según ellos mismos una cifra un poco superior a los 1.200 participantes.

Un mes más tarde, el pasado domingo, ese mismo PA con todo el esfuerzo de movilización que les ha sido posible acumular y con su engranaje a pleno funcionamiento ha repetido esa misma cifra en esta previa que han sido las andaluzas repitiendo resultado: 1200 apoyos en las urnas de Almuñécar y La Herradura.

La reiteración de la cifra en ambos procesos, el interno y el oficial, los sesenta días que restan para la celebración de las elecciones municipales transmiten que la cifra de 1.200 no es un suelo en sus apoyos, sino que se trata de un techo. Esa es la fuerza real de los benavidistas y la repetición de ese mismo resultado lo confirma.

Percibo que los ciudadanos de Almuñécar y La Herradura en su mayoría avalan el periodo de tranquilidad y paz social y se han apartado de todo aquello que caracteriza el benavidismo durante más de treinta años: los enfrentamientos, las presiones más o menos veladas y la bronca en la vida política ya no es vigente en nuestro municipio. Ese es el sentir que se respira en la calle.

Esos 1.200 incondicionales, que se convertirían en cuatro concejales raspados en la próxima corporación municipal no van a ser suficientes para regresar a tiempos oscuros, ya afortunadamente superados.

Los mil docientos “hijos de San Juan Carlos Benavides” son una parte significativa en el municipio pero apoyo escaso para que 33 años después de estrenarse como concejal , Benavides regrese a la Alcaldía sexitana.

Francisco Sánchez Alaminos
Ex concejal del Partido Popular en Almuñécar