Juan Carlos Benavides Yanguas.- Nuestra agricultura tiene un enorme potencial de futuro y puede ser elemento fundamental en la superación de la crisis económica en nuestra ciudad.

De los 84 km cuadrados de superficie de nuestro municipio, alrededor de 20 km son suelo urbano o urbanizable, otros 20 km son regadíos y de la restante superficie más de la mitad es susceptible de transformación para ampliar la zona de subtropicales.

Condición indispensable es disponer de un caudal suficiente de agua a precios competitivos, que pasan por las conducciones de riego de Rules. Según los propios estudios del Gobierno se generarían en torno a 2.000 empleos directos e indirectos.

El respaldo de la Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo al trasvase hacia nuestra comarca es un hito histórico, imprescindible para hacer factible que el proyecto sea viable.

Por tanto, todas las actuaciones que realicemos deben ir enmarcadas en el seno de la Comunidad General, que debe ser siempre nuestra interlocutora con la administración.

Nuestra dificultad reside en que la situación de partida es radicalmente distinta entre los regantes de Motril y Salobreña, que pagan 3’5 céntimos por metro cúbico de agua, y nuestros regantes que están al borde de la quiebra, con costes medios de 50 céntimos el metro cúbico, problemas de salinización e insuficiencia de caudales.

Mientras que Motril y Salobreña tienen sus necesidades cubiertas y no tienen prisa alguna, en nuestra comarca estamos en una situación límite.

En otro orden de cosas, la pasividad de las administraciones andaluza y estatal durante más de diez años ponen en evidencia que, salvó en las campañas electorales, el problema de nuestros agricultores no está en su agenda política. Al día de la fecha seguimos sin créditos presupuestarios en la Junta de Andalucía y la Administración del Estado, no se ha firmado el convenio de colaboración entre ambas administraciones y ni siquiera se han aprobado los estudios ambientales. De las reuniones mantenidas en Madrid con los representantes del Ministerio, no se ha conseguido, a pesar de las promesas anteriores, compromiso alguno de calendario ni dotación presupuestaria.

En la última reunión de la Comunidad General se está avanzando en un camino, que puede ser muy positivo para nuestros intereses si lo sabemos administrar con prudencia. La Comunidad General comienza a asumir la imposibilidad de desarrollar el proyecto en su conjunto y la necesidad de acometerlo por fases, de las que el ramal derecho sería prioritario por la repercusión que esta inversión tendría en la creación de riqueza y empleo. De ahí el encargo de un estudio de viabilidad que se está elaborando.

El tiempo trascurrido desde la finalización de la presa de Rules demuestra que la falta de una movilización activa de nuestros agricultores y del conjunto de la población, siempre depositando nuestras esperanzas en los políticos de turno, se ha saldado con un desengaño tras otro.

Teniendo en cuenta estas circunstancias, debemos adoptar una estrategia que nos conduzca, siempre bajo el paraguas de la Comunidad General, a conseguir un trasvase que es vital para el futuro de nuestros agricultores y de la economía de nuestro municipio.

En nuestra opinión, y en esto coinciden los técnicos que están asesorando al Ministerio, es necesaria una movilización sostenida, encabezada por nuestros agricultores y respaldada por los distintos sectores económicos y el movimiento vecinal, hasta lograr que tanto la Junta como el Estado pongan en su agenda política nuestro problema y doten de recursos presupuestarios a la obra del trasvase.

Nuestra estrategia de presión nunca debe poner en peligro la integridad de la Comunidad General y su apoyo a nuestras reivindicaciones, pero tiene que ser tan contundente y persistente como sea necesario para sensibilizar a quienes tienen que adoptar las decisiones políticas que precisamos.

El camino no va a ser fácil, pero debemos marcarnos como objetivo irrenunciable el conseguir la ejecución de las obras del trasvase y no cesar la presión hasta que no veamos ejecutadas las obras.

Tenemos todo el derecho a exigir que la Junta y el Estado cumplan con su obligación y a demandar a nuestro Ayuntamiento que dé soporte a nuestras legítimas reivindicaciones.

La unidad de acción es imprescindible, la estrategia tienen que marcarla los representantes de nuestros agricultores y debemos poner punto y final al reiterado error de dejar nuestro futuro en manos de terceros y permitir que seamos campo de batalla de intereses electoralistas, dando una imagen de desunión que arruinaría nuestros esfuerzos.

Juan Carlos Benavides Yanguas
Candidato a la Alcaldía de Almuñécar por el PA