JETE. Varias familias de Jete, localidad próxima a Almuñécar, están viviendo estos días su particular Vía Crucis al pesar sobre ellas varias órdenes de desahucio.

Son cinco familias de agricultores las que, tras negarse a abandonar sus viviendas, han sido desalojadas por la Guardia Civil que ha contado con la cobertura de antidisturbios desplazados hasta el lugar, que están procediendo a la detección de quienes están oponiendo resistencia, mientras decenas de vecinos intentan evitarlo con gritos y forcejeos.

A las familias desahuciadas se les ha dado de plazo hasta el lunes para que saquen sus pertenencias.

Este conflicto se remonta a 1979 cuando los padres de los actuales inquilinos compraron la finca donde se levantaba la estructura del edificio y donde, progresivamente, se fueron construyendo las viviendas. La raíz del problema radica en que no se formalizó con la compra la correspondiente escritura pública que certificara la nueva propiedad.

Los afectados cuentan que el vendedor se trasladó a Almería donde falleció. Al constar la propiedad en disputa como herencia los actuales herederos reclaman 600.000 euros a estas familias por sus viviendas. Cantidad que las familias afectadas, que viven de la agricultura, no pueden asumir.

Los afectados señalan haber intentado llegar a un acuerdo con los herederos del anterior propietario comprometiéndose a pagar la estructura de la finca, ya construida en el momento de la compra, pero sin éxito. Y es que, según estas fuentes, la mujer que los ha demandado y solicitado a un juzgado de Almería la ejecución del desahucio les hizo la oferta de que pagaran 60.000 euros por cada piso y la renta correspondiente a los últimos 25 años, así como quedarse con la fianza depositada en los juzgados por un importe de 45.000 euros.

La orden de desalojo fue dictada por un Juzgado de Almería, siendo el de Almuñécar, por proximidad, el que ha procedido a su ejecución, según han precisado desde la Plataforma Stop Desahucios, que está apoyando a estas familias.