Ante el actual estado de cosas, la crisis aguda en la que estamos sumergidos por el estallido de la burbuja inmobiliaria y el elevado endeudamiento de las Administraciones Públicas, y sector privado (banca, empresas, familias), se empieza a hablar seriamente de la reforma del Estado y la actual configuración del mismo.
Se está planteando, y esto es lo que nos interesa, la necesidad de poner orden y racionalidad a la gran cantidad de municipios que existen en España con poblaciones de menos de 5.000 habitantes, lo que implica problemas de financiación y deficiencias importantes en cuanto a prestación de servicios públicos se refiere.
En este debate se plantea abiertamente la permanencia de municipios con un número mínimo de habitantes. En España hay 8.116 ayuntamientos y más de la mitad tienen menos de 1.000 habitantes. Antonio Beteta, secretario de Estado de Administraciones Públicas, hizo unas declaraciones en las que señaló que “más de la mitad de los ayuntamientos no tiene viabilidad económica. Es decir, su número de vecinos es tan pequeño que es complicado ser un centro eficiente de prestación de servicios”.
En el caso de Almuñécar, los municipios que podrían verse afectados con la previsible reforma del modelo territorial del Estado serían los municipios de Otívar, Jete y Lentegí, que pasarían a depender política y administrativamente de Almuñécar, configurando un término municipal mayor que bien podría denominarse Sexi… El debate está abierto.

