
ALMUÑÉCAR. Crónica de Manuel Alonso del partido disputado por los benjamines de la ‘Juve’ contra el Torrenueva.
– Papá, quiero ser portero.
– Puf, Manu. ¿Portero?
– Sí, Papá.
– Dile a Gerardo que te pruebe de las dos cosas, a él le gustas también en la banda.
– No, le he dicho al entrenador que yo (solo) de portero.
– Entonces ya está. Te animaré igual…
Y así es como tu crío te dice un buen día que quiere ser portero. Y mira que son raros, utilizan las manos, no deben salir del área, visten diferente al resto del equipo, normalmente llevan el dorsal número 1 en la espalda y su objetivo es que la portería acabe con 0 goles. No puede ser más soso, ¿no? Debe ser la maldición de Fran Albalat, heredero de Don Francisco «el del Estadio» sino, no me puedo explicar que los hijos de aquellos jugadores del Deportes Joyca de los 90 hayan salido… ¡Porteros! (casi todos)
Pues además de todo eso, el fallo del portero se ve más que el error de cualquier otro jugador de campo. Un delantero puede tener un mal día que si mete uno… Y encima se gana con ese gol, nadie recordará los fallos. Sin embargo si el portero está acertado pero «canta» en una, se traduce en gol en contra y para casa calentito. Aunque con Víctor Bustos en defensa, un portero vive más tranquilo.
En fin, el fútbol es caprichoso y si a los Benjamines de la ‘Juve’ se les escapaban dos puntos contra el Puerto de Motril hace dos semanas por un desacierto del guardameta, el viernes pasado la portería fue decisiva en la victoria a domicilio por 1 – 4 ante el Torrenueva junto con los goles de Raúl Moya, Isaac Velasco (en dos ocasiones y que sigue más duro que un pistacho cerrado) y Francisco Rivas. Estos tres puntos permiten a los niños de Gerardo ocupar la tercera posición en la tabla a solo dos puntos del segundo clasificado y tener a dos partidos al líder de la clasificación.
