ALMUÑÉCAR. La final, jugada en el estadio «Francisco Bonet» de Almuñécar, se resolvió tras la prórroga (2-3).
RCD Espanyol: Ualoloca, Indias (m.113 Sarmiento), López Mármol, Soria, Caricol, Roca (m.78 Egea), Melendo (m.105 Chico), Entrena, Écija (m.68 López), Marc Gual (m.63 Gracia) y Campuzano.
Villarreal CF: Ximo Miralles, Montolio, Rosales, Llambrich, Jiménez, Cascante, Orts (m.87Mathias Rodríguez), Belizón (m.63 Moyá ), Pedraza (m.86 Gil), Simón Moreno (m.71 Méndez) y Mario González (m.81 Madzey).
Goles: 0-1 m.3, Mario González; 0-2 m.34, Genís Montolio, 1-2 m.87, Gracia; 2-2 m. 93, Gracia y 2-3 m.116 Mathias Rodríguez. de cabeza.
Árbitro: Jesús Benjumea Álvarez (Granada):Expulsó por doble amarilla m.113 a Genis Montolio. Amonestó a Pedraza, Iván Ors, del Villarreal.
Incidencias: Final de la XXI edición de la Copa de Campeones de División de Honor Juvenil disputada en el “Francisco Bonet” de Almuñécar ante casi un millar de aficionados. Se guardó un minuto de silencio por el accidente de un avión en Sevilla. Entre los asistentes destacaron Vicente Muñoz, vicepresidete de la RFEF y presidente de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana y la Liga Nacional de Fútbol Aficionado; Trinidad Herrera, alcaldesa de Almuñécar; Josep Llao, vicepresidente de la Federación Catalana de Fútbol; Joan Collet, presidente del RCD Espanyol; y Fernando Roig Negueroles, vicepresidente del Villarreal CF. También estuvieron los seleccionadores nacionales de Sub 19 y Sub 21.
El Villareal CF se proclamó campeón de la Copa de Campeones de División de Honor Juvenil al imponerse en la prórroga al Espanyol 2-3 en la final disputada en el estadio municipal de Almuñécar, “Francisco Bonet”. En un partido que dominó desde el primer momento el conjunto castellonense que entrena Javier Calleja, ante un Espanyol que “despertó” en la recta final del partido para igualar, en el último suspiro del tiempo reglamentario del partido, gracias a dos tantos de Eric Ramón Gracia, por lo que se tuvo que jugarse la prórroga.
Ambos equipos llegaron a la final tras desarrollar el mejor fútbol del campeonato y a priori no había favoritos. Sin embargo, a penas arrancar el encuentro fueron los del Villarreal los que pusieron toda la carne en el asador ante un Espanyol desconocido que no apareció hasta la recta final del partido.
En la primera parte ya ganaban los de Castellón 0-2, con tantos de bella factura de Mario González – máximo goleador del torneo- y Genis Montolio, con lo que llegó al descanso. El Espanyol creó algunas ocasiones pero el portero del Villarreal, Ximo Miralles, estuvo brillante y resolvió con seguridad.
En la segunda parte surtieron efecto los cambios que introdujo el entrenador de Espanyol, David Gallego. Fueron los pericos los que comenzaron a controlar mejor y marcar el ritmo ante los amarillos que salían al contragolpe pero sin peligro. Fue en la recta final del partido cuando se materializaba el empate, tras seis minutos de juego arrollador de los blanquiazules. Los goles de Eric Ramón Gracia provocó la prorroga. Fueron momentos de toma y daca pero donde al principio le costaba a los de Villarreal dado el zarpazo que recibieron cuando ya estaban a punto de cantar el alirón que se retraso solo unos minutos, gracias al tanto que cabeza que marcaba el uruguayo Mathías Rodríguez. Curiosamente los de Villarreal perdieron hace siete años una final frente a pericos y ahora en Almuñécar se quitan la espina pendiente.
La locura llegó sobre el césped del “Francisco Bonet” con el pitido final y al recibir la XXI Copa de Campeones de manos de la alcaldesa, Trinidad Herrera, y el vicepresidente de la Federación Española de Fútbol.

